Para cuidar y extender al máximo las propiedades del tratamiento hidrófugo y antibacteriano del tejido de la mascarilla, te recomendamos que la laves a mano porque el lavado es más rápido, suave y no maltrata el género, preservando por más tiempo sus propiedades.

- Lávala en un recipiente con agua fría o templada y detergente líquido, unos pocos minutos (lo que tardes en darle un par o tres de enjuagues con la mezcla). No excedas de 10 minutos este lavado, no lo necesitas. Enseguida estará limpia.
- Si tiene manchas, frótalas delicadamente.
- Aclárala sólo con agua, debajo del grifo. No la dejes en remojo. No la aprietes o escurras mucho, así evitarás arrugarla demasiado o quebrar el tejido.
- Tiéndela con 1 pinza sujetándola por una de las gomas y déjala secar al aire.
- Una vez seca, es recomendable plancharla a temperatura media/alta (máx 150º) por la parte del revés (la interior). Si quieres planchar su delantero, no pases la plancha por encima del logotipo, las gomas o por ninguna decoración que no sea textil (por ejemplo: dibujo personalizado vinilado).